La fundación de los tres principales grupos de la Familia
Salesiana por Don Bosco obedeció a respuestas que el santo educador de Turín iba encontrando en su apostolado.
El primer grupo fue el de los Salesianos fundado en 1859 con una
doble dimensión: los sacerdotes y los coadjutores o laicos
consagrados para la santificación y educación de los muchachos más necesitados.
Como una respuesta de hacer dicho compromiso extensivo a las muchachas, Don
Bosco fundó con María Dominga Mazzarello las Hijas de María Auxiliadora
en 1872, conocidas también como
las hermanas salesianas en beneficio de las jóvenes. Estos dos
primeros grupos tenían que ver con una opción religiosa, pero Don Bosco soñaba
su carisma educativo guiado también por personas que se sintieran unidos a su
mismo espíritu, aún si no sentían una vocación religiosa como sacerdotes,
hermanos o hermanas y para ellos fundó la tercera orden a la que
llamaba los salesianos externos, es decir, los salesianos cooperadores
fundados en 1876. Los tres grupos se unen en la figura de Don Bosco como
inspirador del sistema preventivo salesiano.
Los grupos de la Familia Salesiana
La expansión de la Familia Salesiana en más grupos después
de la muerte de Don Bosco demostró la capacidad de adaptación del carisma a nuevas
realidades pastorales en beneficio de los jóvenes en el mundo.
En 1917 Don Felipe Rinaldi fundó un cuarto
instituto conocido como las voluntarias de Don Bosco con muchachas
que asistían a Valdoco y querían
abrazar la vida consagrada pero continuar dentro de la sociedad civil. Sería
uno de los primeros institutos seculares cuyo reconocimiento oficial por
parte de la Iglesia se daría con el Papa pío XII en 19947 Primero
se llamaron "Oblatas cooperadoras de San Juan Bosco'", pero después
adoptaron el actual nombre en 1964. Fueron aprobadas por el Papa pablo
VI en 1987.